jueves, 3 de noviembre de 2016

Definicion de epistemologia.

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La epistemología es la ciencia que estudia el conocimiento humano y el modo en que el individuo actúa para desarrollar sus estructuras de pensamiento. El trabajo de la epistemología es amplio y se relaciona también con las justificaciones que el ser humano puede encontrar a sus creencias y tipos de conocimiento, estudiando no sólo sus metodologías si no también sus causas, sus objetivos y sus elementos intrínsecos. La epistemología es considerada una de las ramas de la filosofía.El término 'epistemología' proviene del griego, significando 'episteme' conocimiento y 'logos' ciencia o estudio. De este modo, su nombre etimológico establece que la ciencia epistemológica versará sobre el análisis del conocimiento

Definicion de Ciencia.


Se denomina ciencia a un conjunto sistematizado de conocimientos adquiridos mediante un riguroso método. La palabra deriva del latín scientia, que significa conocimiento. Cabe señalarse que el criterio para definir al saber científico ha variado a lo largo de las épocas, pudiendo un conjunto de explicaciones ser valorada en el pasado y despreciada en el futuro. Más allá de esta apreciación, también hay que destacar que muchos descubrimientos y reflexiones del pasado todavía guardan vigencia.

Caracteristicas de la Ciencia.


Características de la ciencia:


Fáctica.




La ciencia se caracteriza por basarse en hechos concretos, no en opiniones ni en conjeturas.

Analítica.

Como a menudo aborda problemas complejos, para entenderlos trata de analizar cada uno de sus componentes, pero a la vez se esfuerza por descubrir sus interconexiones.

Metódica.

El científico planea muy cuidadosamente las características de la investigación ateniéndose a lo que dicta el método científico en cada caso. Tiene en claro su objetivo y los instrumentos metodológicos que están a su alcance, como así también las fuentes de variación, que derivarán en lo que se conoce como error experimental.

Sistemática.

El conocimiento científico va creciendo como un sistema homogéneo de ideas conectadas entre sí de manera lógica, que construyen en conjunto una teoría o un paradigma. Cuando el descubrimiento de nuevos hechos ya no pueden dar cuenta de las teorías que respaldan determinado saber, se produce una revolución científica, que a menudo lleva a un cambio de paradigma.

Acumulativa.

En la ciencia, cada nuevo conocimiento se entrelaza con lo ya sabido de manera armónica, como un nuevo ladrillo de la pared, y solo cuando se llega a una masa significativa de hallazgos puede generarse una teoría.

General.


Mediante el conocimiento científico, los hechos singulares se van insertando en un esquema de pautas generales, y lo importante no es cada hecho particular sino lo que se puede generalizar de ellos.


Provisional.
En virtud del carácter hipotético de los enunciados que sostienen las teorías y leyes, la ciencia se caracteriza por ser provisional y susceptible de cambio; de hecho, esa posibilidad de cambio es la base del progreso científico. Ningún enunciado debe tomarse como final, todos pueden eventualmente corregirse o reemplazarse.

Comprobable.

Todo conocimiento científico debe ser verificable; la contrastación mediante la experimentación y la demostración es una exigencia del método científico.

Especializada.

Dado el alto grado de análisis que demandan algunos campos de la ciencia y su nivel de complejidad, a menudo se cae en la especialización, con enfoques y un tratamiento de la información particular en cada caso.

Abierta.

No se reconocen barreras infranqueables en el desarrollo de la ciencia; lo que hoy es una limitación puede no serlo en el futuro. Toda nuestra concepción del mundo está condicionada por la cosmovisión de hoy, pero la ciencia no es un sistema dogmático y siempre está abierta a que puedan surgir nuevos escenarios que generen nuevos caminos.

Teoria de Kant.

La teoría del conocimiento de Kant, presentada en su Crítica de la razón pura, es uno de los grandes hitos en la historia de la Filosofía. Con ella pretende responder las objeciones de Hume respecto del fundamento del conocimiento científico, basado, según el filósofo inglés, sólo en la costumbre.
Kant no duda que el conocimiento científico, universal y necesario, es posible; la física de Newton lo prueba. Y sabe que un conocimiento de este tipo no puede tener su fundamento en la mera costumbre. De ahí que no se pregunta por la posibilidad sino por las "condiciones de posibilidad". Su teoría le permite encontrar el suelo firme para la Ciencia no en el noúmeno —en la realidad, en la cosa en sí— sino en el propio sujeto, portador de formas universales que obtienen de la experiencia la materia indispensable para construir su objeto de conocimiento, el fenómeno.

Revolución copernicana: mientras los filósofos anteriores (racionalistas y empiristas) habían puesto el acento en el objeto del conocimiento, Kant pondrá el acento en el sujeto que conoce. El sujeto no encuentra al objeto como algo dado sino que lo construye.
A priori: independiente de la experiencia y condición de posibilidad de toda experiencia.
Noúmeno: la cosa en sí, la realidad tal como es en sí misma. (Permanece incognoscible.)
Caos de impresiones: las impresiones constituyen la materia del conocimiento. Sin ellas el intelecto no conocería nada. Pero irrumpen en el intelecto en forma caótica y es éste quien las ordena con sus formas a priori construyendo el fenómeno. Kant dice que las impresiones sin las formas y las categorías que aporta el intelecto serían "ciegas". Entonces, si bien les reconoce a los empiristas que todo conocimiento comienza con la experiencia, no admite que todo conocimiento provenga de la experiencia pues el mismo sería imposible sin el aporte que hace el sujeto de sus formas a priori.
Formas y categorías a priori: las formas y categorías a priori construyen el fenómeno a partir del caos de impresiones. Kant sostiene que, sin las impresiones, las formas y categorías permanecerían "vacías".
Objeto de conocimiento: el intelecto, con sus formas a priori de la sensibilidad y sus categorías del entendimiento, construye, tomando como materia las impresiones caóticas, el objeto de conocimiento, el fenómeno, que es intramental. El intelecto no conoce las cosas tal como son en sí mismas (noúmeno) sino tal como él mismo las construye (fenómeno).

Ideas de la razón pura: las ideas de Dios, de alma y de mundo permanecen vacías. Son las impresiones las que dotan de contenido a las formas vacías del intelecto, pero de las ideas de la razón no tenemos impresión alguna. Estas ideas proyectan la tendencia de la razón a realizar una síntesis cada vez más abarcativa, hasta un plano en el que este objetivo ya no puede ser logrado.

Dios de spinoza.

Este es el Dios o Naturaleza de Spinoza:

Dios hubiera dicho:

" Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida.

Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa.

Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.

Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.

El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito... ¡No me encontrarás en ningún libro!

Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice... yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias... de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios loco puede hacer eso?

Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?... ¿Te divertiste?... ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Que aprendiste?...
Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.

Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?
No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro... ahí estoy, latiendo en ti.

Spinoza

La esencia de la posibilidad del conocimiento.


El conocimiento representa una relación entre un sujeto y un objeto. El verdadero problema del conocimiento consiste, por tanto, en el problema de la relación entre el sujeto y el objeto. Hemos visto que el conocimiento se representa a la conciencia natural como una determinación del sujeto por el objeto. Pero ¿No debemos hablar, a la inversa, de una determinación del objeto por el sujeto en el conocimiento? ¿Cuál es el factor determinante en el conocimiento humano? ¿Tiene éste su centro de gravedad en el sujeto o en el objeto?


Existen sobre este problema varias doctrinas que pretenden darle solución:

OBJETIVISMO: Según éste, el objeto es el decisivo entre los dos miembros de la relación cognoscitiva. El objeto determina al sujeto. Éste ha de regirse por aquél. El sujeto toma sobre sí en cierto modo las propiedades del objeto, las reproduce. Esto supone que el objeto hace frente como algo acabado, algo definido a la conciencia cognoscente. Esta es la idea central del objetivismo. Según él, los objetos son algo dado, algo que presenta una estructura que es reconstruida por la conciencia cognoscente. Para el objetivismo, el centro de gravedad del conocimiento reside en el objeto; el reino objetivo de las Ideas o esencias es, por decirlo así, el fundamento sobre el que descansa el edificio del conocimiento. 

REALISMO: Su representante fue PLATON, quien dice que el conocimiento se encuentra en el objeto mismo, por cuanto el valor radica en sí mismo o de manera absoluta en el objeto. 

REALISMO CRÍTICO: no cree que convengan a las cosas todas las propiedades encerradas en los contenidos de la percepción, sino que es, por el contrario, de opinión que todas las propiedades o cualidades de las cosas que percibimos sólo por un sentido como los colores, los sonidos, los olores, etc., únicamente existen en nuestra conciencia. Estas cualidades surgen cuando determinados estímulos externos, actúan sobre nuestros órganos sensoriales. No tienen, pues, carácter objetivo, sino subjetivo. Es menester, sin embargo, suponer en las cosas ciertos elementos objetivos y causales para explicar la aparición de estas cualidades. El hecho de que la sangre nos parezca roja y el azúcar dulce, ha de estar fundado en la naturaleza de estos objetos. 

IDEALISMO: Su representante es HEGEL, quien manifestaba que el conocimiento se encuentra en el sujeto mismo, por cuanto es él quien le da el valor a las cosas, lo cual de ser así, el conocimiento sería algo relativo. 

POSICIÓN DEL MATRIAL DIALÉCTICO: No existen las cosas aisladas, sino en múltiples relaciones y estas relaciones no son unilineales sino reciprocas. “El materialismo pone conscientemente en la base de su teoría del conocimiento la convicción “ingenua” de la humanidad... consiente en admitir que las cosas, el medio, el mundo existen independientemente de nuestra sensación, de nuestra conciencia, de nuestro Yo y del hombre en general”. El materialismo dialéctico concibe al conocimiento como un proceso complejo. 

POSICIÓN DE LA FENOMENOLOGÍA: es un intento de reconciliación entre el realismo y el idealismo (Kant). El fenomenalismo (fenómeno, apariencia) es la teoría según la cual, no conocemos las cosas como son en sí, sino como nos aparecen. Para el fenomenalismo hay cosas reales, pero no podemos conocer su esencia. Sólo podemos saber que las cosas son, pero no ¨lo que son¨. El fenomenalismo coincide con el realismo en admitir cosas reales; pero coincide con el idealismo en limitar el conocimiento a la conciencia, al mundo de la apariencia, de lo cual resulta inmediatamente la incognoscibilidad de las cosas en sí.

Mapas conceptuales.


Dogmatismo se refiere, de un modo general, a la tendencia de asumir ciertos principios o doctrinas de un modo absoluto y tajante, sin admitir cuestionamientos.



El criticismo es un sistema de pensamiento que se propone examinar los fundamentos del conocimiento como condición para cualquier reflexión filosófica. Como tal, es una doctrina de orientación epistemológica, crítica del empirismo y el racionalismo. Su mayor exponente es Immanuel Kant.



Como escepticismo se conoce la actitud de desconfianza o duda que se manifiesta ante a la verdad o la eficacia de algo. Como tal, la palabra deriva de escéptico, que proviene del griego σκεπτικός (skeptikós), que significa ‘el que examina’.

El relativismo es una corriente filosófica que afirma que todos los puntos de vista son igualmente válidos, por lo tanto, toda verdad es relativa a cada individuo.